¿Cansado de que tu Windows 10 u 11 vaya más lento que una tortuga con zapatos de plomo? ¡No desesperes! Hoy te traigo la solución en dos pasos sencillos que te harán sentir como si tu PC estuviera volando.
Paso 1: Desactiva las transparencias
¿Sabías que esas transparencias tan bonitas de Windows pueden estar ralentizando tu sistema? Es hora de despedirnos de ellas. Simplemente, haz clic derecho en cualquier parte del fondo del escritorio, selecciona “Personalizar”
Ve a la opción de “Colores”.
Ahí, desactiva los “Efectos de transparencias” si están activadas. ¡Verás la diferencia al instante!

Paso 2: Optimiza los ajustes de rendimiento
¿Quieres exprimir al máximo el potencial de tu PC? Abre el menú de inicio, busca “rendimiento” en la barra de búsqueda y elige la opción de “Ajustar la apariencia y rendimiento de Windows”.
Te encontrarás con una pantalla llena de opciones, pero no te preocupes, no tienes que ser un genio de la informática para esto. Desmarca todas las casillas excepto las últimas cuatro. ¡Esto liberará recursos y hará que tu Windows ande más rapido!

Una vez hecho esto, simplemente haz clic en “Aplicar” y luego en “Aceptar”. ¡Y voilà! Tu Windows estará listo para funcionar como nunca antes.
Con estos dos simples pasos, podrás disfrutar de un rendimiento óptimo en tu PC. ¡Dale una patada a la lentitud y dale la bienvenida a la velocidad!
¡Hasta la próxima, y que la fuerza del rendimiento esté contigo!
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